miércoles, 27 de abril de 2011

Zapatillas

Hoy me acordé de tus zapatillas oscuras… esas que usabas cuando salíamos a caminar y que nunca supe si eran negras o azules.
Yo las miraba como distante cuando nos sentábamos bajo algún árbol. Vos extendías las piernas y las cruzabas, empezabas a mover  la punta del pie izquierdo rítmicamente mientras me contabas cosas que yo escuchaba encantada. Mi mano abandonada a las caricias de las tuyas, suelta y totalmente entregada, con la misma confianza con que apoyaba mi cabeza en tu hombro y te escuchaba, mientras… miraba tus zapatillas.
El tiempo fue pasando y las zapatillas oscuras fueron reemplazadas por unas blancas, luego otras y otras … Con la lógica natural de las cosas que se gastan por el uso y el paso  del tiempo. Nunca perdiste la costumbre de mover el pie de un lado a otro mientras hablabas y siempre mi mano apretada entre las tuyas mientras te escuchaba.
Las caminatas más breves, los pasos más lentos… las zapatillas más gastadas y nuestras manos más arrugadas…
Hoy como todas las mañanas miré tu foto, cebé unos mates que tomé a solas y me acordé de las zapatillas oscuras… Hoy te extraño más.

martes, 26 de abril de 2011

A primera vista

         Te miré, me miraste, hubo una chispa de atracción y nos sonreímos.
           El conductor de aquel auto giró su rostro impactado por tu sonrisa y no me vio…
           Hoy morí por amor.

Instante y despedida

Y al abrir los ojos , húmedos aún por el llanto, comprendí que te marchabas definitivamente.
Ya no tuve fuerzas para llamarte, y pronuncié tu nombre sólo en mis pensamientos.
 Lo sorprendente y casi inaceptable  fue, que  al mirarte a la cara supe, que hacía mucho tiempo que te había dejado ir.